Jonathan Espericueta

Nombre: Espericueta.

Fecha de nacimiento: 9 de agosto de 1994, Monterrey (Nuevo León), México.

Equipo: Tigres UANL.

Liga: Primera Divisón de México.

Posición: mediocentro.

Nombre completo: Jorge Jonathan Espericueta Escamilla.

Descripción: mediocentro creador de juego  con una visión excelsa. Físicamente es muy débil, es frágil al contacto. Mide 1,77 m de altura, pero eso no le basta para tener un físico fuerte y fornido. Es delgado y con poco músculo, su peso ronda los 65 kg.  Su radio de acción está en la medular, en el centro del campo. No es un pivote defensivo ni tampoco un mediocentro con clara vocación ofensiva; se trata de un interior o mediocentro que juega mejor con un pivote defensivo actuando a su lado y eximiéndole de gran parte de las tareas defensivas, aportándole libertad de juego y de movimientos. Es un elaborador de juego, lleva la manija de su equipo, por él pasan todos los balones. Apenas conduce, siempre busca jugar a uno o dos toques. Es zurdo y su rango de pases es principalmente en corto, a pesar de que posee un gran desplazamiento en largo. Anteriormente jugaba algo más adelantado y aún deja pequeñas muestras de ello en los partidos. Sabe proteger el balón ante la presión y salir de ella. Sufre mucho en partidos muy físicos y donde su equipo no tiene mucha posesión. Su regate es simple y elegante a la vez, no lo usa en demasía, solo para dejarnos un destello en algún encuentro. No es un futbolista muy rápido ni tampoco excesivamente ágil; es pausado y, si bien se mueve con soltura, es lento, sobre todo en los sprints.

Sin duda, sus mayores cualidades son el pase y el talento para darlo al compañero adecuado y en el momento que toca. Es muy inteligente y lee el juego con maestría, por lo que muchas veces se adelanta a la jugada. Su visión en tres cuartos de campo es uno de esos vestigios que ha heredado de su pasado como "10". Necesita mejorar su regularidad, tanto a lo largo del campeonato como durante el propio partido. Como muchos genios, se diluye cuando las cosas no van bien. No obstante, siempre se está ofreciendo y aporta grandes dosis de verticalidad cuando consigue asociarse bien con sus compañeros. No es un jugador que promedie muchos goles ni asistencias, incluso pese a ser un magnífico lanzador de faltas y saques de esquina (ha marcado un gol olímpico con la selección). Su pierna zurda es un verdadero guante y puede poner el balón donde él quiera. Defensivamente aporta poco, se basa más en su posicionamiento que en su habilidad de robo. Es un diamante por pulir que, si encuentra la regularidad que en Tigres parece no hallar, llegará a ser el referente de su selección durante muchos años. Ha sonado para el Barça y ojeadores de medio mundo lo siguen desde su irrupción en el Mundial sub-17 de 2011, donde Espericueta fue Balón de Plata y se proclamó campeón del mundo.